Los pacientes con tumores tienen muchas veces un mal pronóstico debido a los tratamientos aplicados para eliminarlos. Estos tratamientos reducen las funciones inmunes del organismos lo que conduce a una susceptibilidad mayor a la infección. La radioterapia o la quimioterapia son las formas más comunes de tratamiento para el cáncer (tumores) en la actualidad.
En un estudio de dos años, Merchant et al., (1990) añadió Chlorella a la dieta de 21 pacientes con glioma maligno. Al tomar Chlorella, se observó un menor número de infecciones respiratorias y enfermedades similares a la gripe. Según este estudio, las funciones del sistema inmunológico se mantienen en niveles normales y su acción se ve menos afectada cuando los pacientes son sometidos a quimioterapia y/o tomar medicamentos inmunosupresores, como los esteroides.